Por Harris Castillo
Hace apenas ocho años, el sector conocido como barrio Las Flores y más precisamente el llamado «Los Multis», situado a la entrada de nuestro municipio cabecera en la carretera Padre Billini, libró una épica batalla para impedir la instalación de la estación de combustible que opera en los terrenos que una vez ocupara el famoso «Patio de Mary Ann».
Las autoridades de entonces, algunas de las cuales aun siguen gravitando en la atmosfera política local, se hicieron de la vista gorda o indiferentes ante los justos reclamos de los residentes en el mencionado sector, relegando a un segundo plano su compromiso de defender los mejores intereses de nuestra gente, hoy, debieran ser juzgados por los daños que ha sufrido no solo la barriada de los Multis, sino nuestra sociedad en su conjunto.
Se argumentó en el año 2017, que la autorización de instalación de dicha estación de combustible era una necesidad para el pueblo, ya que no había servicio de expendio 24/7, y que en múltiples ocasiones se presentaban emergencias durante la noche, que no podían ser atendidas por falta de combustible, que esto representaba también un atraso en virtud de que otros pueblos ofrecían ese servicio.
Otro argumento de la época se fundamentaba en la necesidad de generar empleos y que dicha estación generaría algunos.
San José de Ocoa no tenia servicio de venta de combustible 24/7, porque el mercado no lo necesitaba. Es verdad que se presentaban las mencionadas emergencias, pero también es cierto que las estaciones contaban con un guardián que las atendía y ofrecía dicho servicio si era pertinente.
La generación de empleo por otro lado, solo ha impactado la vida de cinco o seis familias.
Lo que sí nos ha dejado la «Bomba», es una secuela de daños materiales y morales difíciles de reparar y que afectan a toda la sociedad Ocoeña.
Los beneficios económicos que genera dicha estación, no se quedan en Ocoa, ya que sus propietarios ni son, ni residen en nuestro pueblo y dado el tamaño del mercado lo que hizo fue debilitar nuestra economía, pues antes esos mismos beneficios se repartían entre Ocoeños que viven e invierten en Ocoa y que han sido parte de nuestro desarrollo económico.
Los propietarios de casas de los sectores aledaños a la «Bomba», han visto como sus propiedades han perdido valor y hoy están en venta la mayoría de ellas, gracias a la arrabalizacion moral del entorno. En las calles de esos sectores pueden verse estacionados los «Moteles Móviles», una especie de guagua preparada con cama para el alquiler, en atención a la demanda por el aumento de la prostitución en la zona, en muchos casos practicada por adolescentes.
En los ocho años que lleva funcionando dicha estación de combustible, once personas han perdido la vida en su entorno; tres han sido arroyadas en horas de la madrugada intentando cruzar la vía hacia dicha estación, una falleció por las múltiples heridas de arma blanca propinadas por su pareja celosa, tres motoristas y cuatro en intercambios de disparos por el control del negocio paralelo que se desarrolló a partir de la apertura de dicho establecimiento. La Zozobra y el caos, son el pan nuestro de cada día en esta área.
PD. Esta crónica está escrita para ser leída en Enero del año 2025, y puede parecer fantasiosa, pesimista, dramática, trágica, pero no necesariamente imposible.
Es mi visión de lo que puede acontecer y admito que puedo estar totalmente equivocado, no sería mi primera equivocación y me daría mucho gusto fallar de nuevo, aunque preferiría no correr el riesgo de que esto pase, como otros eventos que he anticipado.
Hoy la lucha es de los residentes en Los Multis y sus alrededores, y si no los apoyamos y solidarizamos con sus justos reclamos, cuando se nos violen a nosotros nuestro derecho a la paz, a la convivencia, a la libertad, no tendremos calidad moral para pedir apoyo a los demás en nuestras luchas.
Los dueños del proyecto tienen derechos adquiridos, pues pagaron el terreno, pagaron los permisos y han invertido en su desarrollo, si lo han logrado de forma fraudulenta o comprando contubernios, justo es entonces que pierdan su dinero, si por el contrario solo han querido aprovechar una oportunidad de negocios, sin medir las posibles consecuencias negativas futuras, hagamos un maratón y devolvámosle su inversión, (lo que vale por tasación, sin incluir posibles sobornos). El propietario del terreno seria el pueblo y podría donarlo a una universidad o a una empresa agroindustrial, que sume valor a nuestro pueblo, no que le reste.
Ocoa no necesita este problema, necesita desarrollo.
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