Fue publicado, a través de las redes sociales, el libro “Otra Muestra de Dramaturgos del Sur”, una selección del mejor teatro escrito por hombres y mujeres de esa región de República Dominicana.
Todas, o casi todas las piezas escogidas, se han representado a lo largo del siglo XX y en lo que va del siglo XXI. Son las obras más aplaudidas de los dramaturgos del Sur desde el año 1907 hasta el 2009, afirmó Edgar Valenzuela, periodista, investigador y teatrista, quien elaboró esta antología.
Explicó que en la portada de la obra figura un mapa en donde aparecen cada uno de los dramaturgos del Sur representados, de acuerdo con sus provincias de origen: Ulises Heureaux Hijo, en San Juan de la Maguana, Rafael Damirón, en Barahona, Emilia Pereyra, en Azua, Apolinar Perdomo, en Neiba, Tulio M. Cestero, en San Cristóbal, Héctor Incháustegui Cabral, en Baní, y William Mejía, en San José de Ocoa.
Reynaldo Disla, aunque se proyecta internacionalmente desde Santo Domingo después de mudarse desde su Cotuí natal, figura en la muestra como dramaturgo invitado, pues escribió una pieza de teatro callejero, cuya historia se desarrolla en el Sur de la isla en la época que el cacique Enriquillo se sublevó en la Sierra de Bahoruco.
“Otra Muestra de Dramaturgos del Sur” incluye comedias, dramas, tragedias, sainetes y monólogos. Hay obras para presentarse en salas y otras al aire libre. Los autores escogidos tienen una reconocida trayectoria literaria y obras publicadas en diversos géneros literarios.
Varios de ellos han ganado premios en concursos nacionales e internacionales de teatro.
Primicia mundial
En la primavera del año 2005 comenzó a circular la “Trilogía de Dramaturgos del Sur”, el primer libro impreso con sus obras teatrales. En sus páginas están publicadas las piezas “La danza en el crepúsculo”, de Angelo Valenzuela, “Papeles Volteados”, de Nicolás Michelén, y “Barriga no grata”, de Edgar Valenzuela.
“Otra Muestra de Dramaturgos del Sur” brinda al público como primicia mundial la “Cumbre Me Río”, un sainete chispeante de la pluma de la periodista y narradora Emilia Pereyra.
Pereyra sorprende al público al presentar una situación de ficción, cuyo punto de partida es el conflicto que concentró la atención de América Latina durante la Cumbre del Grupo de Río, realizada en Santo Domingo en el año 2008. Se temió lo peor cuando se debatió por televisión en vivo, la muerte del líder guerrillero Raúl Reyes, “número dos” de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en la selva de Ecuador.
El anfitrión en la vida real de esta cumbre presidencial fue el doctor Leonel Fernández. Emilia Pereyra, para provocar la risa propia y la ajena, en su lugar coloca imaginariamente como presidente dominicano al agrónomo Hipólito Mejía, quien “se roba el show” con sus ocurrencias, dijo el antólogo.
“Este rejuego teatral es muy efectivo. Primero, porque con el acertado uso del humor cumple con la misión fundamental que Bertolt Brecht atribuye al teatro: la de divertir. Y segundo, porque es una pieza donde se muestra con fuerza arrolladora el héroe escénico nacional: ese que el público reconoce tan pronto aparece en escena, y con el que hace empatía desde que pronuncia las primeras palabras”, comentó Valenzuela.
En esta segunda muestra de dramaturgos del Sur, además, figura “Alma Criolla”, comedia de Rafael Damirón, que tiene el mérito de recoger el habla popular, las costumbres de tierra adentro y el sondeo del alma en los personajes del campo dominicano.
También “Batallando”, drama de William Mejía, que deja al descubierto el impacto de la guerrilla de Caamaño en la mentalidad de la juventud de San José de Ocoa.
En “La enemiga”, obra estremecedora de Tulio M. Cestero, aparece una versión sobre los celos ya presentes en el Otelo, de Willian Shakespeare.
En “Sonámbulo”, el vibrante monólogo de Apolinar Perdomo, se ve el desgarramiento que causa el feminicidio cometido a causa de un pasquín.
Otra de las piezas, que figura en la muestra es “Alfonso II”, drama de Ulises Heureux hijo, que evidencia la destreza alcanzada por el autor de San Juan de la Maguana, enviado por su padre Lilís a estudiar derecho a París, de donde regresó con habilidades para el teatro, el cuento, la novela, el ensayo y la música.
“En la medida en que aumente el conocimiento de las obras de los autores del Sur dominicano, y de otras zonas del territorio nacional, más crecerá la tentación de llevarlas al escenario. Según lo permitan las circunstancias. Sólo se valora aquello que se conoce”, señaló Valenzuela.
Publican antología de teatro de dramaturgos del Sur
Lanzamiento por redes sociales
“La realidad por la que atraviesa la raza humana a nivel global nos ha obligado a reinventarlos, a salir de la zona de confort. El inevitable confinamiento sugirió la nueva fórmula para compartir el libro, lanzarlo a través de la plataforma del Zoom desde la casa de cada uno”, explicó Valenzuela.
“Otra Muestra de Dramaturgos del Sur” se puso en circulación virtualmente el pasado 26 de junio, hasta que se den las condiciones para hacerlo de manera presencial. La actividad se realizó como parte de la temporada digital del Teatro Guloya, situado en la Zona Colonial de Santo Domingo.
“Claudio Rivera y Viena González fueron los padrinos del bautizo”, dijo Valenzuela.
La actividad se realizó junto a Frank Disla, desde New Jersey, a Julia Castillo, directora del Centro Cultural Perelló, de Baní; al actor y director Bayardo Ortiz del Teatro Sur, de Azua; al teatrista Luis Amaury de los Santos, de San José de Ocoa, y a los autores Emilia Pereyra, William Mejía y Reynaldo Disla, a los cuales Valenzuela agradeció las facilidades dadas para la publicación de sus obras.
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