El regreso a clases es uno de los acontecimientos más interesante y emotivo para los estudiantes, sin embargo, este año escolar 2020-2021, al parecer carecerá de esa emotividad, debido a la situación sanitaria por la que atraviesa el país, producto del aumento desmedido de casos de COVID-19, que al parecer nos llevará un tiempo erradicar. Esta situación ha provocado que se hagan algunas modificaciones para garantizar la salud de los niños y demás personas que hacen vida en la escuela.
Es preciso destacar que, en condiciones normales, quizás sería muy temprano para hablar de esta temática, sin embargo, con tres meses fuera de las aulas, se espera que tanto los estudiantes como los docentes y los padres, anhelen este regreso. No obstante, un sin número de interrogantes tiñen de gris este proceso tan importante que ineludiblemente representa el cambio y progreso de los pueblos, que es sin temor a equivocarme la educación.
En ese sentido, las principales autoridades educativas han estado trabajando para que la enseñanza no se detenga, y en consecuencia se ha puesto a disposición del profesorado un protocolo que contiene las pautas a seguir con relación a las condiciones en las que se iniciará el próximo año escolar 2020-2021 y las medidas a tomar para contrarrestar la pandemia del Coronavirus o COVID-19.
Tal y como era de esperarse, al salir a la luz estas informaciones, las críticas no se han hecho esperar, se han creado memes y sobre todo, han surgido inquietudes con relación al tiempo de docencia, el distanciamiento entre estudiantes, uso de mascarillas en los alumnos, docentes, personal de apoyo y administrativo. De igual modo: lavado de las manos constantemente, estricta higienización, antes y después de comer, cuidado de las aglomeraciones durante el recreo, entre otras medidas que, de alguna manera hacen de la situación algo difícil ante lo que debería ser un placentero regreso a clases.
Consideremos ahora el caso de los padres, los cuales están con el grito al cielo, pues muchos se dedican a trabajar mientras sus hijos están en la escuela, de igual modo, los colegios privados que el pasado año estaban «abarrotados» de estudiantes y que ahora no saben qué hacer, en el sentido de que la mayoría tienen espacios pequeños lo que les dificulta colocar a los educandos de manera distante, así mismo, docentes y estudiantes con condiciones de salud que les impiden usar mascarillas de manera permanente, aulas pequeñas en algunas escuelas públicas que limitan el distanciamiento físico, aglomeración en hora de recreo y, sobre todo, los cambios hechos al horario de clases, son solo algunas de las situaciones que inquietan a la comunidad educativa. Este último ha causado revuelo en las redes sociales luego que un medio publicara que, con esas variaciones, se pretende eliminar la Jornada Escolar Extendida (JEE).
En mi opinión, considero que se debe hacer una mirada a las posibles soluciones que se plantean en el protocolo antes mencionado, pero siempre pensando en el bienestar de los estudiantes que son los protagonistas de este proceso. Dicho de otro modo, tal vez las medidas que se proponen para evitar la aglomeración de estudiantes y, por ende, el contagio del virus no sean las más pertinentes, pero de alguna manera hay que asegurar que los estudiantes reciban el pan de la enseñanza como un derecho que les concierne, que es lo que pretende dicho protocolo.
En conclusión, es preciso decir que realmente el inicio del nuevo año escolar y quizás todo el transcurso será un poco difícil debido al proceso de adaptación al que se someterán todos los actores del proceso. sin embargo, vista la situación, todos debemos aportar nuestro granito de arena para que este proceso sea más llevadero y podamos seguir impulsando la calidad de la educación pese a la problemática que nos afecta.
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