Por Ricardo Sánchez
Indudablemente, en estos momentos el mundo pasa por un acontecimiento catastrófico jamás visto por nuestras generaciones, sin embargo, no es la primera vez que la naturaleza sacude las sociedades. La historia registra grandes epidemias virales como La Peste bubónica o Peste Negra que alcanzó su máximo pico entre el 1347 y 1353, La Viruela en 1520 y otras más recientes que como dato curioso han ocurrido aproximadamente cada cien años.
El Cólera aparecía ya en 1817, La Gripe Española en 1918 y así como si se tratase de un reloj catastrófico el 2020 sorprendió a la humanidad con la quimera del Coronavirus Covid19.
Sin embargo, hoy estamos viviendo en la era digital, la época de la información y los datos, pues ninguna pandemia había ocurrido en un tiempo donde la información pudiera fluir de una manera tan rápida como en estos. Desde la aparición de La Internet en los años 60, el World Wide Web a principios de los 80 (liberado al público en los 90) y el HTTP de Tim Bernesr-Lee la humanidad nunca había estado tan conectada como en estos ahora. La información viaja en tiempo real pasando entre continentes, países y pueblos a velocidades nunca antes posibles.
La tecnología se ha convertido en la principal aliada y a la vez la más asidua enemiga de las sociedades en cuanto al manejo de información, los SmartPhones o Teléfonos Inteligentes comenzaron a popularizarse para el año 2000 y con el nacimiento de las Redes Sociales en la primera década del nuevo milenio los dispositivos móviles le dieron el poder a cada persona de compartir las informaciones desde su punto de vista y de acuerdo a sus criterios.
Millones de bytes de datos se comparten a diario en el ciberespacio y esta es la parte que convierte la red en una enemiga de las informaciones útiles y reales. Desde la aparición del Covid19, detectado por primera vez en Wuhan en diciembre de 2019 la información no ha dejado de fluir, las compañías y autoridades se esfuerzan para brindar datos claros a la población mundial, pero al mismo tiempo miles de personas se dedican a realizar Memes, construir Fake News o informaciones falsas para sus Blogs y páginas monetizadas con el único fin de buscar Likes, Views y Seguidores para aumentar el flujo de efectivo en sus cuentas bancarias sin pensar en el daño que crean en la sociedad con la lluvia de desinformación que lanzan a la red y que es reproducida por millones en todo el mundo.
Paradójicamente la tecnología también se ha convertido en la mejor compañera para sobrepasar los días de cuarentena y toque de queda dictados en los diferentes países a raíz de la pandemia del covid19. Las compañías de servicios han podido seguir a flote a través de sus sitios en la web, de empleados laborando vía remota y conectados mediante plataformas de videoconferencias para planificar los pasos a seguir a raíz de la emergencia.
Las compañías de TV por cable y plataformas como Netflix, AppleTV, Disney+, Amazon Prime Videos, YouTube y muchas más se han convertido en el principal medio de entretenimiento de las familias durante el encierro, esto sin mencionar la conectividad que nos ofrecen las plataformas de mensajería y video llamadas lo que nos permite estar en contacto con nuestros seres queridos de una forma segura en estos momentos de dificultad; sin lugar a dudas esta es la época más cómoda para vivir un encierro, al menos para la clase media y alta.
Así que recuerda, no seas parte del caos y la desinformación, aun con todas las comodidades de los hogares tecnológicos y modernos, el mundo atraviesa por una crisis que día tras día deja cientos de muertes en todo el globo terráqueo y esto no es un juego ni un tema para reír.
Para concluir, reflexiona en esta frase de Sydney Harri: “El verdadero peligro no es que los ordenadores empiecen a pensar como los hombres, sino que los hombres empiecen a pensar como los ordenadores”. Así que no dejes que la tecnología se robe tu humanidad, se parte de la solución, no del problema. #QuédateenCasa y no compartas #FakeNews.
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